¿Alguna vez has pertenecido a un equipo que parecía estar destinado a ganar? ¿ Qué tan seguro estabas cada vez que una competencia se acercaba? El profeta Habacuc escribió del destino en las escrituras de hoy.
En capítulo 2 y verso 3 de Habacuc leemos, “ Pues la visión se realizará en el tiempo señalado; marcha hacia su cumplimiento y no dejará de cumplirse. Aunque parezca tardar, espérala; porque sin falta vendrá”.
A menudo pareciera que nuestros sueños y metas no se van a cumplir para esta temporada. La decepción empieza a rodear a los equipos. Sin embargo, Habacuc nos anima a no darnos por vencidos tan fácilmente.
Su actitud es irremediablemente positiva y enfocada al porvenir. Dice que el éxito nos espera. Deberíamos estar seguros y esperanzados porque ciertamente vendrá y no tardará.
Hoy, ésta es mi palabra de ánimo para ti. Vive con la certeza que hay un destino para ti. Espera que suceda lo mejor y no lo peor. Espera que tus compañeros hagan grandes jugadas en vez de esperar que fracasen. Aun en los peores tiempos, confía que Dios ciertamente cumplirá tu maravilloso destino.
Después de esta lectura les puedo comprobar que hay un destino y que debemos tener fé en que nuestras metas, sueños, objetivos se van a cumplir. Desde niño siempre tuve el sueño de llegar a jugar a la NFL, viendo las estadísticas y nacido en México parecería imposible que lo pudiera lograr. Sin embargo, Dios me puso en mi camino las herramientas para poder llegar a jugar 7 años en la NFL Europa, ser jugador ofensivo nacional en 2003 y estar en un training camp con los Jets de Nueva York.
Lucha y ten fé en Dios en que tus metas se van a cumplir. Trabaja muy fuerte para cumplirlas ya que el destino tiene preparado lo mejor para ti.
Fuente: Libro Corazón de un campeón.